Estrategia: ¿Cuál es el costo de no hacerlo de forma planificada y estratégica?
Siguiendo nuestros consejos para poder innovar y transformar en nuestras empresas, les presentamos hoy los riesgos de no aplicar una estrategia.
Aquí están los peligros más críticos:
Fragmentación y silos: Adoptar herramientas “por aquí y por allá” sin una hoja de ruta conduce a que diferentes áreas trabajen con diferentes plataformas, sin integración, sin analítica común, sin gobernanza de datos. Esto genera conflictos, redundancias, pérdida de visibilidad.
Pérdida de credibilidad y frustración: Si la iniciativa digital no está alineada con los objetivos estratégicos y no se comunica bien, los equipos pueden verla como “otro proyecto de TI más” sin impacto real. Esto mina la cultura, la confianza en la transformación, y reduce la velocidad de adopción.
Retorno de inversión débil o tardío: Sin estrategia clara, sin prioridades, sin métricas definidas, las iniciativas digitales pueden tardar muchísimo en mostrar valor o incluso no mostrarlo. Esto compromete nuevas inversiones y la continuidad.
Desalineación cultural: La transformación digital implica cambio cultural: procesos, roles, mentalidad, datos-decisión. Si no se aborda, la cultura empresarial sabotea la tecnología y la automatización. El estudio de McKinsey dice que las compañías “rewired” (reconfiguradas) toman un enfoque de “todo el equipo” en lo comercial, operativo, soporte, con hoja de ruta digital. McKinsey & Company
Exposición al riesgo de obsolescencia: En un mundo que avanza rápido —IA, datos, canales digitales— una empresa sin estrategia digital se expone a quedarse obsoleta ante consumidores, competidores, regulaciones, ecosistemas. Pese a que no hay cifra única universal, el monto del valor “en juego” es enorme, según el citado análisis.
¿Qué hacer para evitar estos costos? Tres pilares clave
Desde mi perspectiva, con base en buenas prácticas y el análisis previo, recomiendo que las empresas actúen sobre estos tres pilares:
Definir una estrategia digital / automatización alineada con objetivos corporativos
Establecer visión: ¿Qué quiere la empresa lograr con digitalización? (crecimiento de ingresos, reducción de costos, nuevas líneas de negocio, experiencia cliente)
Priorizar las áreas con mayor impacto: según el estudio de McKinsey, en bienes de consumo esos dominios con mayor valor son insights de consumidor / demanda y cliente / canal. McKinsey & Company
Diseñar hoja de ruta: qué va primero, qué depende de qué, qué capacidades se necesitan, cómo medir.
Construir la capacidad organizacional y operativa
Desarrollo de talento: competencias de datos, análisis, IA, cultura ágil.
Modelo operativo: roles, gobierno de datos, plataformas tecnológicas, ecosistema de socios y proveedores. El análisis subraya que la nube y la interoperabilidad de datos con socios y canales constituyen un elemento clave. McKinsey & Company
Escalabilidad: pensar en pilotos, pero con visión de escala. No basta con “hacer un dashboard”.
Medir, gobernar, iterar
Métricas claras: retorno esperado en ingresos, costos, eficiencia, margen, experiencia.
Gobierno de inversión: presupuesto, recursos, seguimiento.
Iterar: la transformación digital no es un proyecto con fin, es un proceso continuo; según el informe, las compañías que logran mayor valor lo hacen mediante esfuerzo iterativo y continuo. McKinsey & Company
Desde nuestra experiencia estamos convencidos de que: el mayor riesgo para las empresas hoy no es la disrupción digital en sí, sino quedarse atrás sin adoptar la transformación, o peor aún, adoptarla de forma desordenada e ineficiente. El costo de no transformarse es alto —y cuantificado—, pero el costo de transformarse sin estrategia puede ser aún peor: inversión sin retorno, caos interno, cultura debilitada.
La digitalización y la automatización, cuando se integran inteligentemente al ADN corporativo, son factores de multiplicación de valor: permiten crecer, innovar, diferenciarse. Pero para lograrlo, es esencial que la estrategia digital sea tan importante como la estrategia de negocio; que los líderes la ejerzan con visión; que la organización esté alineada; que las capacidades se construyan conscientemente.
En mi opinión, cada empresa en Latinoamérica y el mundo debe preguntarse hoy mismo:
¿Tenemos una estrategia digital real, más allá de proyectos aislados?
¿Estamos midiendo el costo de no evolucionar, tanto en eficiencia como en oportunidad?
¿Contamos con el talento, los datos, la cultura y la gobernanza para escalar la transformación?
Responder estas preguntas nos preparará para un futuro en el que no solo sobrevivimos, sino que prosperamos, generando valor sostenible a través de la automatización, la digitalización y la estrategia alineada. En EA Tech Consulting apoyamos a las empresas a pensar en forma integral y estratégica. Let’s get things done!
Elizabeth Arroyave